Súmate al frescor de los nuevos tiempos, me digo.
Vamos. Fluye.
Únete al flow. A la ola.
A lo desenfadado.
A lo curvilíneo.
A lo orgánico.
A lo impermanente.
A lo incierto.
A lo flexible.
Agarrando la mochila se empieza el viaje.
Y todo esto me lo digo
mientras me arrastro
-cuidando que nadie me vea-
hacia una de las esquinas
más angulosas
de mi ser.
28.05.19
CDMX