Pero nos reíamos


Soñé contigo. Soñé que nos desnudábamos. Luego algo raro pasaba con nuestros genitales, pero nos reíamos, porque sabíamos que de todos modos íbamos a estar juntos. Era una certeza, una tan grande y profunda, que nos daba risa, mucha risa. Y dejábamos el tiempo pasar sólo como para provocarlo y hacerlo rabiar, porque en el fondo él sabía –y nosotros sabíamos-
que al final
íbamos a estar juntos.


16.11.13
DF